Me levanto a las mil, si me apetece
y después de ducharme, desayuno,
enciendo un cigarrillo y me lo fumo,
lo apago al terminar, como otras veces.
Leo un poco la prensa y ¿qué me ofrece?;
al ver los titulares uno a uno,
no logro terminar de ellos ninguno,pues huelen a un olor como de heces.
Antes de irme a comer, doy un paseo,
no sin antes escribir algunas rimas,
lo mismo que hago hoy este soneto.
Suelo echar un vistacillo a mi correo
y, de paso, una mirada a mi vecina
y la tarde la dedico a los aprietos.
EL TROVADOR IMPERTINENTE
1 comentario:
Luis, un pronóstico: Si sigues asi vas a durar toda la vida...jajaja que envidia mas sana.
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