El President Artur Mas, y más y más,desde su absurdo afán de independencia,
no parece estar dispuesto a un paso atrás
para tener un país de "plexiglas",
aún a fuer de romper la convivencia.
Con la historia se atreve a hacer apaños
y hace catalán hasta a Cervantes,
fabricando la memoria con engaños
mientras hemos de aguantar durante años
su victimismo y su retórica farsante.
El colmo de su huida hacia el vacio,
es su anuncio, de cara a la Diada,
de una cadena humana, un desafío,
propaganda, ficción o desvarío,
o todo junto, con banderas esteradas.
Es la gota que rebosa el vaso
y quiero imponer dura condena
a los políticos de juicio tan escaso,
al fin y al cabo están aquí de paso.
¿Cadena humana, dices?;
mejor que sea perpetua... la cadena.
EL TROVADOR IMPERTINENTE
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