Después de nada, ó después de todo,
supe que todo, no era más que nada.
Grito: ¡todo! y el eco dice:¡nada!
Grito: ¡nada! y el eco dice: ¡todo!.
Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.
¿ Qué más da que la nada fuera nada ?,
si más nada no será, después de todo
y además, tanto todo, ¡para nada!.
Queremos, de la vida, casi todo
y, mucho de ese todo, al fín no es nada.
Mejor tener algo de ese todo
y ser felíz, antes que nada.
2 comentarios:
Flexiones,muchas flexiones Luis,te vas a quedar colgao como el pinnacle.
JA JA JA, y lo peor ,se puede contagiar.Saludx2 aprietos.
Creo que me he equivocado de blog.
¡Joder qué nivel, Marible!
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