sábado, 14 de junio de 2008
POST DEL LIBRO "Premio planeta para Aprietos"
"AL OTRO LADO DEL ATLÁNTICO"
CAPITULO 1: Negocios Inmobiliarios
Esa mañana no quise levantarme temprano. Me había acostado con un poco de resaca, ¡maldita sea!, siempre que me encuentro con Norton termino haciendo unas mezclas explosivas. Yo sólo acostumbro a beber Whisky con unas gotas de Fairy y a el le encanta añadir siempre mermelada de frambuesa y cardamomo...
La verdad es que no tenía muchas ganas de ir a esa reunión.
Sin embargo, había quedado con Purita para lo de los alemanes y la pereza inicial dió paso a mi reconocida euforia de los Miércoles. ¿Por qué los Miércoles y no los Lunes ...? Siempre he tenido esa machacona duda que no consigo quitarme de la cabeza...
En fin, serán traumas de la infancia. Al ir a sacar mi BMW del garage me encontré con una nota de mi mujer en el parabrisas, en la que me decía que tenia que ir con urgencia a Jersey, a casa de sus padres, por lo visto, a su padre, se le había complicado la operación de la próstata y a su madre se le habían acabado las pilas del consolador. Toda una tragedia....
No vivo muy lejos de Jersey, pero tal y como está el tráfico últimamente, seguro que tendría tiempo de releer el periódico de la mañana en algún atasco. Recibía el ABC desde España con un par de días de retraso pero siempre me ponía al día de como iba mi país de origen... aunque la verdad que la cosa no pintaba bien.
Lo que faltaba,ademas de tarde,la puta rueda pinchada,llamaré a la vecina,quizás pueda llevarme..También es una buena disculpa para estar con ella, hace un tiempo que no nos vemos,bueno yo si la veo,pero ella no lo sabe,la ventana de mi despacho está en frente de su dormitorio, nunca entendí como pudo casarse con aquel hombre tan mayor.. y tan rico...
Al final, he decidido pedir un taxi. No tengo ánimos para estar dando vueltas y encontrar un aparcamiento. El taxista insiste en contarme las hazañas de la selección de futbol. ¡A mí no me gusta el futbol ...! -le he dicho-, y me ha mirado como si yo fuera un bicho raro. Eso sí ... no ha vuelto a abrir la boca en todo el viaje.
-Hemos llegado!, reclama el taxista con voz de pocos amigos...
-Gracias, quédese con la vuelta, le contesto
Estaba en la puerta de la casa de los horrores, la casa de mis suegros; dos ancianos con dos miras muy distintas de la vida; mi suegro, Bob, un hombre viejo, decrépito y enfermizo con pocas ganas de vivir y mi suegra, Linda, una ancianita de armas tomar, de esas que no se llevarán nada al cementerio y que disfruta de su ya cuarta edad con todo el mundo menos con su marido.
Mi mujer, Daniela, debería estar dentro de la casa según la nota del parabrisas y espero que fuese así porque los alemanes me esperaban para nuestro "negocio"...
Y allí estaban. Hunter Grass y Hans Webbel, los represantantes de la Hafftun & Buchen Co.
Mi mujer les había invitado a café y mantenían una animada charla.
-Buenos días-, dije al antrar.
-¡Hola, cariño! - contestó mi mujer.
Los visitantes se pusieron en pie con la diligencia que sólo son capaces de mostrar los alemanes.
-Gutten Haven-, dijeron al unísono.
Tu padre..., por si acaso, contesté para mis adentros... Que sorpresa, como no me dijiste que estaban aquí,cariño...bueno disculparme por el retraso,hoy no tengo un buen día.
Bob y Linda se salieron al jardín, mientras, Daniela me ponía un café,
-¿quieres una pasta?
- no contesté,no quiero este tipo de pasta.
- espero que tengáis los planos de la finca donde construiremos la urbanización.
-si,si, ¿hablaste con el ayuntamiento?,
-No tenemos ningún problema,el alcalde está de nuestra parte,también sacará su parte,ademas las tierras de al lado son de un tío suyo que ha sufrido un infarto, solo con oír la palabra PARO será suficiente para acabar con el...
-Perfecto, querido. Voy a atender a los invitados- dijo mi mujer.
-Si necesitas algo, me avisas- añadió.
A tí no te voy a decir lo que necesito, pensé, mientras esbozaba una sonrisa.
-Bueno, voy a preparar todos los documentos para rematar a estos dos "salchichen", pero antes tengo que ir al baño. Algo no me ha sentado muy bien en el desayuno- le dije en voz baja.
-Bien ,Hunter y hans, perdonarme un momento,
-Me encamino por un pasillo lleno de cuadros,apenas se ven las paredes,son de mi suegra, tan horribles como Ella,en la puta hora que empezó en esa academia de manualidades, con ganas me quedo de ponerlos en el wc.
y soltarlos encima lo que voy a echar ahora, "que agusto me iba a quedar".
-Después de un rato y un final feliz vuelvo con los invitados.
-Mil disculpas, podemos seguir.
Tengo unas fotografías aéreas del pueblo y la zona donde haremos la, ya me entendéis.
-Mirar, en ésta se ve la calle donde nací,tiene mi nombre, mejor dicho, yo tengo su nombre; mi Padre dijo que así una calle tendría mi nombre, era un jodiobobo y me marco
toda la vida...
Bien, la zona que aparece sombreada,es la parcela en la que pretendo llevar a cabo un fantástico proyecto, con el que todos vamos a salir ganando. Se trata de construir una zona residencial con ciento veinte adosados. Tendrán sólo 55 metros cuadrados, dos cuartos de baño con su "tacita", su "bidecito" y una percha para colgar el albornoz. Eso sí, la cocina vendrá equipada con camping¬gas y habrá una piscina comunitaria de 6x4 y un campo de golf de tres hoyos.¿Qué les parece, señores?
In der näheren Umgebung befindlichen Elektrogeräten?,preguntó uno de los alemanes (en español¨: ¿qué pasa con el resto de los electrodomesticos?).
Estamos en ello -le contesté- pero ahora debería de preocuparnos más el tema de cómo hacer el convenio con el consejero de Urbanismo.
Entretanto, Daniela, parada en el umbral de la puerta, dejaba entrever, al contraluz, su insinuante figura, envuelta en un sorprendente y escotado vestido de gasa que no había pasado desapercibido para mis interlocutores. Soy un cabronazo pero -pensé- "esto debería serme útil".
-Esta estampa me recuerda a mi tía
Gloria,una hermana de mi Madre que,
bueno se ponía un vestido muy fino,
lavado y relavado, tanto es así que tenias que suponer las flores,yo me sentaba en el pasillo de paso a la puerta de la calle y cuando salía ó asomaba en la puerta me la podía imaginar desnuda,simulando tener calor, también me tumbaba en el pasillo y cuando pasaba a la cocina,, tiraba cosas en el suelo que mi tía no dudaba en recoger,cuando esto sucedía, mi corazón se aceleraba de tal manera
que podía oírlo, ahora me está pasando, pero el motivo es bien distinto, ya presiento el motivo...
Estaba tan abstraído con aquellos pensamientos que,por un momento, había olvidado que Hunter y Hans esperaban para terminar las negociaciones. Afortunadamente, Daniela les habia servido unas generosas jarras de cerveza y, me temo que, con la misma generosidad,sus buenas "razones" No quise parecer maleducado y, cuando me disponía a retomar el punto en que se quedó la conversación, fué el propio Hunter el que, en un horrible castellano, soltó: Lag madrrrhe que mag parrrrhiog, ¿ cuandog vagmosz a therrrgminarrhg egshto?.
Por favor, señores, no malgastemos nuestras energïas. Vamos a firmar el documento de compromiso que he traído y mañana en mi despacho les entregará mi secretaria, Purita, los detalles de la operación para que puedan estudiarlo con más tranquilidad. Ahora vamos a dar buena cuenta de lo que Linda nos ha preparado para esta ocasión.Ella prepara muy bien, sobre todo, la pularda rellena de foi que la hace al horno con un chorrito de brandy y unas patatas panaderas.
Estos alemanes son unos impresentables... tendrán mucho dinero y los necesitaré para mis negocios pero he de reconocer que no los soporto. En cuanto acabamos de comer, y hablamos sobre nuestros asuntos, les acompañé a la puerta y les despedi amablemente, aunque dentro de mi estaba harto de ver sus caras blanquecinas y sus pómulos rojos por el atracón de pularda.
Necesitaba relajarme antes de acometer mi segundo negocio del dia... convencer al alcalde del estorbo que es su tio, el que habia sufrido un infarto y que había que "acompañarle" hasta la paz eterna...
En la cancela de la calle,justo al tiempo de salir,nos encontramos dos monjas con pinta de pedir,las dos parecían enfermeras de la posguerra
-Buenos días, amable caballero.¿tiene algo para el asilo de "LA CARIDAD"?
-Un momento hermanas.
-Danielaaaa,dos hermanas buscan a Bob.
Berni, por favor, mi papá está en el jardin podando los rododendros y los rosales del cenador y no puede salir. Atiéndelas tu, si eres tan amable- contestó Daniela.
- Los rosales, los rosales... Tengan hermanas mi modesta ayuda para sus ancianos- Berni habia sacado su billetera y había extraido de su interior 50 dólares-y, al tiempo que se los entregaba, les dijo: Recen por mí que voy a necesitar ayuda del cielo para salir airoso de este país.
-Daniela , la próxima semana tendré que ir al rancho,tengo que dejar preparado todo,estaré dos días con el nuevo capataz, no quiero tener mas problemas a mi regreso de España.
-¿quieres venir conmigo?, será como recordar cuando te conocí.
-Berni,iría encantada,pero sabes que
no puedo dejar a Papá solo,ademas ese olor a granja ya no me gusta y tus negocios son tan aburridos como tus amistades.
-Como quieras cariño,será fácil disculparte, tus amigas lo entenderán.
Daniela estaba cepillándose el pelo frente al espejo y Berni no pudo evitar abrazarla por la cintura. En ese mismo instante, sonó su móvil- ¡hola!, sí, ¿quien llama?. ¡Ah!, señor Hunter, ¿que tal?, ¿han estudiado ya los documentos?. ¿cómo dice?, no le oigo muy bien.No, es que Daniela tiene encendido el secador del pelo.Si, ahora le oigo mejor, dígame, dígame- ¿cómo?,¿qué anulan su compromiso?. Pero, no pueden hacerme eso. He invertido mucho tiempo y mucho dinero en este proyecto.-¿qué?, no le permito que ponga en duda...¡oiga, señor Hunter!, le ruego...¡váyase a la mierda, señor Hunter y compártala con su amigo Hans-.
-Daniela, escúchame, Daniela, estamos jodidos. Apaga ese puto secador. Estos cabrones se han vuelto atrás. Ya decía yo que no eran de fiar. Prepára las maletas que nos volvemos a España en el primer vuelo...¡nazis de mierda!.
Daniela, con un gesto de desagrado y apartándo de un manotazo a su esposo, le dijo:-Berni,estás viéndo lo preocupada que estoy, queriéndo conseguir un peinado que me favorezca y tú,como siempre molestándome con nimiedades insignificantes-.
-Fantástico, cariño, no sabes lo que aprecio tu particular escala de prioridades y lo frívola y superficial que eres en muchas nocasiones, -le contestó Berni-- Ahora comprendo por qué, en nuestros escasos momentos de intimidad, nunca has puesto demasiado interés; más preocupada, en todo momento, de no despeinarte y de que no sufriera tu maquillaje, antes que de mostrarte desinhibida y de aportar algo de pasión. ¡Qué estúpido he sido, viniéndo hasta aquí, para nada!
Berni comenzó a sudar,un sudor que comenzaba por las sienes y al momento parecía un pollo mojado,como un "friki" en un combate de pressing catch, comenzó a dar vueltas por el salón, tratando de encontrar una solución.
Eran tantas las cosas que tenía que hacer.
Comenzaré en el rancho, no no..
Volveré a España, o mejor primero llamaré a Purita, seguro que me tranquilizará.
Ahora su mente trata de defenderse de esta aterradora niebla,no ve nada claro, todo es confuso,su pulso se acelera y sigue dando vueltas,cada vez mas rápido y mas desorientado.
¿Donde estoy?, ¿que me ha pasado?
¿quienes son ustedes?.
...Cuando Berni recobró la consciencia, se vió rodeado de su esposa, sus suegros y una vecina que habían avisado porque trabajaba de recepcionista en un hospital. Todos se afanaban en darle aire con lo que estaba a su alcance: Un portaretrato con la fotografía de Linda, el día de su graduación, un mantelito individual que aún contenía restos de mermelada del desayuno y hasta las páginas de internacional del New York Time que, ese día, mostraba la foto de Zapatero con una expresión mística y las manos entrelazadas, muestra de recogimiento, y un titular que decía: EL PRESIDENTE ESPAÑOL, RODRIGUEZ ZAPATERO, INGRESA EN UN CONVENTO,ANTE EL CUMULO DE PROBLEMAS QUE, EL MISMO, HA PROVOCADO.
Berni, mientras, repuesto ya de la lipotímia,acababa de pronunciar una frase que, de no ser porque había demostrado su inteligencia en múltiples ocasiones, hubiera podido figurar en los anales de la "fraseología" más estúpida y chulesca de todos los tiempos:
<¡Me cago en "to" lo que se menea!>
Necesito una ducha,por favor llamar a "kagallamas", que esté aquí en quince minutos,-kagallamas,no es oriental,es un mexicano al que sorprendieron intentando apagar una vela de un pedo,es el comodín de la oficina de Berni, conductor,recadero,el primero que llega a la oficina y el último en irse,Berni sabe todo lo que ocurre y lo que no, gracias a Kagallamas.
-Creo que su esposo necesita otro tipo de ayuda-, le dijo a Daniela la vecina. Yo ya me voy. Si me necesitais, estaré encantada de volver-. La joven cruzó el salón contoneándo las caderas y mostrándo todo su poderoso atractivo, subida en unos tacones de doce centímetros. Es evidente que no pasó desapercibida para Berni porque, desdeñándo cualquier tipo de ayuda y lanzándo una mirada libidinosa sobre su trasero, se puso en pié, como impulsado por un resorte y se encaminó hacia el cuarto de baño para darse una ducha, probablemente de agua fría, porque la temperatura había subido varios grados en, tan sólo, unos segundos.
kagallamas estabá en la puerta esperando a su jefe cuando apareció en el salón, con mejor semblante y un traje nuevo, se acerco a su esposa, que aún no se había repuesto del susto..
Cariño, ya me encuentro bien,si me necesitas estaré en mi despacho, ¡ah!
cenaremos aquí,con tus padres.
Se encamino por el pasillo y cruzo la puerta para encontrarse con Kagallamas.
¿Como estamos, Ventura? -que es el verdadero nombre y apellido de kagallamas-.
Nunca mejor, Jefe.
¿Como tanta alegría?
He vuelto a ser padre, jefe.
Me alegro,enhorabuena,¿que, otra niña?.
No,no jefe,ha sido un niño, un Ventura Ventura.
Espero que ya pares,pero dime,dame todas las noticias que tengas.
Verá jefe,tengo una mala noticia,pero también es buena.
¿Como puede ser eso?,cuéntamelo de camino al despacho.
Pues fácil,jefe,se murió Babieca, el semental mas lindo del rancho,esa es la mala noticia,¿se acuerda que no podía cubrir las yeguas?,nadie sabía que un potro le dio una taina en aquella parte,
pues lo bueno es que el capataz se deshizo de él hace unos días por un montón de dinero,el camión que lo transportaba salió ardiendo y todo ha quedado como un accidente.
Y... ,¿tú no sabes como se prendió el camión?.
Ya me conoce,jefe,ya me conoce.
-No me gusta que tomes ese tipo de "decisiones", sin contar conmigo, Ventura; algún día nos vamos a meter en problemas por los métodos tan poco ortodoxos que utilizas. Bien, llévame al rancho que he de dejar algunos asuntos resueltos, antes de volver a España y mañana encárgate de los billetes de avión; vamos a dejar estos aires, un tanto enrarecidos. Creo que me va a venir bien alejarme por un tiempo de la primera línea y recapacitar sobre lo que es más conveniente en el futuro-. Ambos salieron al salón para despedirse de Daniela y de sus suegros. Berni le dió dos besos a su esposa y dijo: -Estarémos de vuelta para la cena. Te quiero, "chicharrón" (¿?).
Tomaron la carretera y suerte que la casa de sus suegros estaba en el sur de la ciudad,no encontraron ningún atasco.
Daniela,que se quedo preocupada por la salud de Berni,llamo al médico de la familia, le contó lo sucedido,con pelos y señales,Ya-Ta,que es como se llama el médico, de origen Coreano, tranquilizo a Daniela.
-No pleocupe,Daniela,analisis berni va bien,colazón fuete,mejol vacacione en Epaña,plonto mejó.
Daniela se quedo mas tranquila.
-Desde Jersey,teniamos dos horas de viaje,repasé el ABC del Jueves, que Cagallamas utilizaba para secar los cristales del coche,cerré los ojos y comencé a pensar en voz alta, eso dice este loco, en realidad ronco.
Cuando desperté,nos acercábamos a la entrada del rancho; unos viñedos a cada lado de la carretera nos acompañaban y al fondo se veía la gran mansión,a la izquierda unas casas bajas,utilizadas por el servicio del rancho, a la derecha las caballerizas,por encima de todo,un monte coronado por ocho generadores eólicos que suministraban energía a todo el rancho, en la falda una mina que ahora era la bodega.
En las escaleras de entrada esperaba,de pié, apoyado en una de las columnas del porche, Tim, que era como le llamaban al capataz las personas de su confianza (aunque, en realidad, su verdadero nombre era Timoty). Yo, para cabrearle, le llamaba Timoteo. Era un tipo de caracter áspero pero aparentaba recibir de buen talante las bromas de los demás y era muy dado a los chistes, cuanto más groseros, mejor. Vestía indumentária vaquera y un gran sombrero de ala ancha que había heredado de su abuelo, lo que le daba un aspecto desaliñado un tanto fictício porque, en el fondo y a pesar de haber cumplido los cuarenta, era todo un "dandy".
Al pié de Timoteo,sentado en la escalinata,estaba Carlo, un joven de origen Italiano, su abuelo fué el primer inmigrante que apareció en el rancho,solo contaba con diecisiete años y se escondía de no se que familia,pasaba los dias, del viñedo a la bodega, y las tardes en una carreta vendiendo un brebaje que hacía.
Bebido por los hombres, lilimento para las mujeres, los mayores, de las dos formas, él mismo era su mejor cliente.Benedetto,(que así se llamaba el abuelo)suministraba su brebaje a todos los quinqués del rancho,tanto frotar,beber y quemar acabó con su vida sin conocer a Carlo y llevándose la fórmula en su pequeño cerebro.Su propio hijo,-también llamado Benedetto-intentó mil veces, hacer el bebedizo,fracaso trás fracaso, pasó a Carlo la tarea.
-Carlo, estudió en Madrid, Perito
Agrícola, ahora hace un vino bastante bueno y los viñedos son su pasión,los cuiuda como si fuerán suyos y sabe que cuando yo falte seran para el. Tengo el presentimiento de que su madre le ha contado algo.
Tras los saludos, Berni y Tim pasaron al interior, dirigiéndose a la estancia que hacía las veces de despacho, biblioteca y sala de trofeos. Cuadros, fotografías, cabezas de animales disecados y un sin fin de objetos se entremezclaban en las paredes. Los muebles y el resto de la decoración, todo de dudoso gusto, daban al lugar un aspecto tan
estrafalario que, Berni, siempre que entraba allí, no podía evitar utilizar la misma frase: -¡Cómo se nota que esto es obra de mi suegro!, ¡igual que su colección de corbatas!-.Tim, por favor, ya que estás al lado del mueble-bar, pónme algo de beber, lo más fuerte que encuentres, todo esto me produce naúseas,- comentó Berni, -y tu sirveté tambien un trago y hablamos. Se encaminó hacia uno de los horribles sillones y se sentó, al tiempo que colocaba los piés sobre la mesita, desplazándo, hasta uno de los extremos, un jarroncito de porcelana que reposaba sobre uno de los cientos de manteles, de ganchillo, obra de Linda, que se podían encontrar por toda la casa.
-Aquí tiene, jefe, espero que esté a su gusto-, dijo Tim, acercándole el vaso. Berni prolongó el trago hasta dejar sólo un dedo del contenido.- Grácias,Tim, lo necesitaba. Cuando llegamos aquí, hace tres años, el rendimiento del rancho era mínimo porque la gestión era caótica. Gracias a los cambios acometidos, a la diversificación productiva y al recorte de los gastos, en estos momentos, las cuentas están saneadas y obtenemos beneficios. Debo reconocer el mérito de tu leal y estimable colaboración que confió me prestes en el futuro porque, ahora que me marcho, voy a necesitarla para seguir creando valor.- Por supuesto, jefe, puede contar conmigo- contestó Tim-.
-Quiero que, semanalmente, me pongas al corriente de todas las actividades y, por supuesto, no voy a ser nada indulgente con las decisiones que tomes si, con anterioridad, no me han sido consultadas; me refiero, sobre todo, a ciertas operaciones de venta ó de compra, como las del semental que, aún resultándo provechosas, debo conocer a priori para determinar el alcance de mi responsabilidad-.
El rostro de Tim demostraba cierta contrariedad pero, con los movimientos de su cabeza, asentía y daba a entender que aceptaba el reto y la séria amenaza de Berni.
-Bien Tim,acerca la botella,tomaremos otro culín.
tim acercó la botella ,la posicionó con intención y Berni pudo ver con claridad que el liquido que bebía no se correspondia con la botella,de sopetón exclamó...
-Joder¡¡ ¿que estamos bebiendo?.
Tim respondió con mucha alegría.
-¿Le ha gustado jefe?...Es el nuevo licor que hace Carlo,ya tiene dos años y medio,lo del año pasado está en unas cisternas de la leche.
-¿a que viene tanto secreto?.
Verá jefe,si el licor era bueno, se lo contábamos,si era malo lo destilábamos y para algo serviría.
-Pues he de reconocer que me ha gustado,tendrás que comprar unos toneles de roble,esos tanques pueden estropear el licor,bueno y lo que necesiteís,eso sí, que Carlo crea que no se nada,ese chico tiene el don de la superación, nosotros le daremos los medios. joder pón otra copa que empiezo a sentirme de puta madre.Que jodío chico,que jodío chico, dijo en voz baja.
-Estoy dándole vueltas a una idea que creo puede ser interesante, dijo Berni. Prepárame un par de botellas de este licor y pónlas en el maletero. Tengo cierta amistad,de mi etapa de estudiante, con un enólogo, ya jubilado, que presume, además, de ser un gran experto catador. Puede que él nos ofrezca una opinión más objetiva sobre las posibilidades de este "invento". Ya tengo hasta el nombre: BEBERNI, ¿qué te parece Tim?, ¿te imaginas?: ¡Camarero!, póngame un Beberni; suena bien ¿eh?...dí algo, coño...-
-¿Por qué no Berni, a secas?-,respondió.
-No has entendido el juego,Timoteo.
BEBER- NI; Se trata de unir BEBER Y BERNI. Bueno, es igual, mientras tu vas a por las botellas, me iré despidiéndo del personal; se está haciéndo un poco tarde y he quedado con Daniela para cenar.
-Berni se encaminó a las casas del servicio, por el camino, no pudo quitarse la idea de la cabeza, machacona y tediosa bebida, be-berni, ber-nibé, ni-beber, una y otra vez, juntó nombres, separó nombres, así pudo darse cuenta de lo bien que se encontraba, ni el zapato derecho le atormentaba su juanete, como flotando llego a la primera casa, en la puerta, un perro bobo, que agitaba el rabo golpeándolo contra un viejo tronco que servía de asiento. Sin duda era el perro de Jesús, otro hispano, mas fiel que su perro, el perro delataba que Jesùs estaba en la casa, cuando Berni se disponía a llamar, se abrió la puerta, apareciendo el hispano.
-Sr.Berni..cuanto me alegro de verlo,¿como está la sra. Daniela y sus padres?.
Yo también me alegro,todos están muy bien y te mandan un saludo muy cariñoso.
-Diga a la sra. Daniela que su yegüa a tenido un potro igual que que su padre;no, no, que tonto, quiero decir que igual que el semental de su padre, que no, que no, que quiero decir que es igual que...
Déjalo Jesús,te he entendido, precisamente quería hablarte de esto, con las cartas de sus padres,
¡¡joder!! me estas contagiando con su padre y su puta madre; ¡Jesús!,quiero que ese potro sea el
mejor semental del mundo, tienes que dedicar tu tiempo al potro, como si fuera tu hijo, iremos a verlo y le pondremos un nombre,¿queda claro?.
-Muy claro, Sr.Berni, ¿quiere llamarlo como su padre?.
- No me toques los cojones, ¿vas a empezar otra vez?, anda vamos al establo.
Ya en el interior del establo, Berni, que había pisado un excremento justo en la misma entrada, exclamó: -¡joder, Jesús, procura mantener todo esto un poquito mas límpio!; estos son mis mejores zapatos, me costaron seiscientos euros.-
-Lo siento señor,déjeme que se los limpie; es que no esperaba su visita, le pido disculpas-.
-Vale, vale, no te preocupes. Ya veo al potrillo y realmente es un ejemplar precioso. Creo que voy a consultar con Daniela por lo del nombre y, cuando hable por teléfono con Timoteo, él te dará el resultado.-
-Me ha encantado verle, señor, váyase tranquilo que Jesús va a encargarse de todo y - subiéndo exagerádamente el tono-,. ¡salude a su esposa y a sus papás...!.
Acelerándo el paso, Berni se plantó ante la puerta del rancho y, en escasos segundos, llegó Tim y Ventura; éste se aprestó a colocar en el maletero las botellas del licor y, tras unas bréves palabras de despedida, tomaron el camino de vuelta hacia la casa de los suegros.
CAPITULO II
El color de las nubes
No entiendo muy bien por qué he vuelto a entrar en esta Cafetería. Ponen el peor cafe del mundo...
Encima, para colmo, se les habían terminado los churros y he tenido que comerme un sobao que tenía más años que los pendientes de Marujita Díaz. ¡Vaya día de los cojones!
Mientras pensaba todo esto, Alejandro no dejaba de agitar las llaves de su casa.
-Alejandro, era un publicista venido a menos, desde que promocionó un crecepelo, con efecto contrario y le llovieron las demandas de los ahora calvos, para colmo, solo se le ocurrió intentar vender el crecepelo como crema depilatoria para las señoras, las cuales no perdian el pelo como ocurría en los hombres, ahora le acusan de fraude y no se que mas, conclusión, quiere desaparecer.
He quedado con el, por un negocio,
seguro que le interesa.
-Bien Alex, quiero que me promociones en España un licor.
Mira, Fernando, -le contestó- he tenido ya muchos problemas en la vida como para seguir tentando a la suerte. Si el asunto no es legal, no cuentes conmigo.
-Pero, ¿Por qué dudas de mis intenciones ....? El negocio está totalmente limpio. Tengo licencia fiscal, todos los papeles de la Sociedad están en regla. Llevo siete años dedicándome a la exportación de vinos... Lo único que pretendo es sacarte de ese pozo en el que llevas metido tantos años. Pero, de todas formas, si tienes alguna duda, es mejor que lo dejemos. Insisto, sólo pretendo hacerte un favor.
Alejandro no paraba de agitar las llaves de su casa...
Justo en ese instante apareció por la puerta Berni que, unas horas antes, había quedado con Fernando en esa cafetería para convencer al tal Alex de que tratara de abrirles mercados a lo que, se suponía, era un licor revolucionário y novedoso. Fernando, a pesar de ser sólo una amistad del club de tenis que ambos frecuentaban, al haber hecho algún negocio con Alex en el pasado, se había ofrecido a Berni para ponerles en contacto, no sin antes haberle advertido de que no iba a ser muy fácil convencerle porque, el tal Alex, era un personaje desconfiado y escurridizo, fruto de sus múltiples fracasos en el mundo de los negocios, por su falta sistemática de criterio a la hora de elegir a sus socios.
- Alejandro, te presento a Berni, dijo Fernando. Te he hablado de él por teléfono. Está muy interesado en conocerte.-
- Es un placer, comentó Berni. Agradezco a Fernando que se ofreciera para ponernos en contacto y que lleguemos a algún acuerdo provechoso. Lo último que desearía es defraudarle.- Mientras estrechaba su mano, un tanto sudorosa, observaba como con la otra seguía agitándo, haciéndo circulos, las llaves que, en ningún momento de las presentaciones, había dejado de mover. Los tres se sentaron en un apartado rincón de la cafetería y Berni se pidió un zumo de pomelo, un descafeinado y una tostada que después baño generosamente con aceite, ante la mirada de asombro de los acompañantes.
Después de casi tres cuartos de hora de charloteo y negociaciones, Berni se dirigió al servicio. El zumo de pomelo estaba haciendo estragos, en su ya de por sí irritado estómago. “Debí haberme pedido un sol y sombra, joder” – pensó Berni.
Mientras Berni intentaba luchar contra la taza del inodoro, en un intento vano por no caerse dentro, mientras expulsaba de su estómago aquel amargo y caduco zumo de pomelo, Alex y Fernando continuaron hablando al otro extremo de la cafetería.
- Escucha, Alejandro, si lo hacemos bien podemos sacarle a este pardillo un buen pico con esto del licor revolucionario que dice tener. – dijo Fernando.
- Si Fernando, pero este tío no es tonto, seguro que se da cuenta de que lo queremos timar, – objetó Álex sin parar de mover las llaves en su mano.
- No te preocupes le haremos creer que va a sacar grandes beneficios con este tema, y cuando realmente se obtengan tales beneficios, los auténticos beneficiados seremos tu y yo, lo tengo todo dispuesto en las escrituras de la sociedad. He convencido a este paria de que la mejor manera de evitar impuestos aquí en España, es que su parte del negocio quede registrada bajo una empresa fantasma “EVAM” (Exportaciones de Vino Allende los Mares), que tengo asociada, directamente, a las arcas de mi empresa de exportaciones, “ELISA” (Exportaciones Libres Internacionales Sociedad Anónima). Nos haremos con la patente del licor y todo serán beneficios, solo necesito de tus habilidades en publicidad para sacar este proyecto adelante, ¡es perfecto! – exclamó –.
- No se yo, – dudó Alex, moviendo sus llaves compulsivamente –. Todo esto me suena bastante mal, no lo veo muy claro… No se cómo vas a conseguir que te venda la patente del licor, si la producción está bajo el mando de su suegro, como me has comentado, será bastante difícil…
- Tú déjalo todo de mi mano, – sentenció Fernando –, la clave de todo está en Daniela… ya te lo iré explicando…
En ese momento regresó Berni de su particular y penosa lucha con el inodoro.
-Bien chicos, por donde íbamos…
Fernando, visiblemente nervioso al igual que Alex (lo que no pasó desapercibido para Berni),respondió:- Estábamos comentándo que sería prudente, antes de tomar decisiones, hacer una cata de ese licor y le proponía a Alex hacerlo en su apartamento. Recogemos una de las muestras que tienes en tu casa y nos vamos hacia allí; incluso podía acompañarnos Daniela que, seguro, estará encantada de asistir a ese momento tan especial-
Berni, que empezaba a mostrarse inquieto y desconfiado, habia fijado su atención en una de las llaves que colgaban del llavero que, Alex, había depositado en la mesa y, absorto en sus pensamientos, tardó unos segundos en reaccionar. Fernando volvió a repetir su comentário y añadió: -¿que te ocurre?, te noto distraido, ¿te encuentras bien?.
- No es nada, creo que me ha sentado mal el desayuno, eso es todo. Sí... sí, me parece una buena idea que probeís ese licor -
Berni se dirijió a la barra de la cafetería, abonó la consumición y se encaminó a la salida. -
- Cuando queráis. Ya podemos irnos - dijo . Los tres salieron hacia el parking y Berni agradeció el viento otoñal que golpeó su rostro. A esa hora, en Madrid el tráfico ya era intenso, los peatones, medio adormilados aún, cruzaban la calle como autómatas, con la mirada perdida. Miles de histórias personales, como la suya, se cruzaban a su paso, todas diferentes, algunas por resolver... ,también como la suya.
Durante el trayecto, Alex no paraba de darle vueltas a su puta vida. Él, que había sido el mejor creativo de publicidad de Europa. Que había trabajado en los más importantes bufetes publicitarios del mundo... Él, que había conseguido premios en todos los certámenes de su profesión. Cannes, la FIAP, los premios CLIO, San Sebastián, Nueva York ....
Era el único creativo que había conseguido mantener hasta 6 anuncios en la Short List.
Recordaba ahora aquella campaña con la que consiguió hacer lider del mercado a aquel desodorante. ¿Cómo se llamaba ....? Apenas lo recordaba. Algo de Baly o Boly ....
¡Ah, sí! BYLY. Era BYLY. ¡Joder aquello fue un bombazo! Hasta entonces todos los desodorantes hablaban del mal olor corporal. El había mostrado a un grupo de personas llevando todos ellos un cerdito bajo el brazo. ¡Fue genial!
Y aquel otro anuncio para promocionar un vino blanco en el que aparecía un plato de mejillones en una mesa. Se oía descorchar una botella que, a continuación, aparecía al lado del plato de mejillones, y éstos empezaban a aplaudir al vino rindiéndole una calurosa ovación.
¡Qué bueno ...
Y tantos y tantos slogans publicitarios: "Chup, Chup, Avepren", "No lo abandones. Él nunca lo haría así ..."
Y después de tanta gloria ... ¿Qué cojones estoy haciendo aquí con estos dos individuos que jamás podrán valorar con quién están hablando ....?
Berni se había quedado pensando en las llaves que Alex no paraba de mover en la mano mientras estaban charlando en la cafetería... Sabía que esa llave la había visto en otro lugar, en otra ocasión... ¿pero dónde?
Por fin llegaron a casa, y tras acomodarse en el salón, Berni descorchó una de las botellas de su famoso licor, sirvió cuidadosamente una copa a sus acompañantes e invitó a Daniela a la tertulia, poniendo una copa también para ella.
Daniela accedió complaciente, como sólo ella sabía hacer y entró contoneándose en el salón, también como sólo ella sabía hacer... Pero nada más entrar por la puerta su tez, morena y aterciopelada tras muchos años de tratamientos de belleza, se tornó blanca y acartonada ante la presencia de Fernando...
Sin embargo, el encuentro entre Alex y Daniela, logró turbar aún más a ésta, a pesar de su mal disimulada serenidad; hasta el punto de que, durante la breve presentación, Alex derramó parte del contenido de su copa sobre la carísima alfombra Afgana.
- Lamento mi torpeza, señora,-balbuceó, un tanto inquieto, Alex, desviándo la mirada.
- No tiene importancia, ya no me gustaba nada esta alfombra y pensaba cambiarla-, comentó Daniela.- Olvidemos el incidente; Aurora, nuestra doncella, tiene soluciones para todo-.
- Ahora, lo más importante es que Alex nos de su opinión profesional y nos desvele las excelencias de este licor que, a buen seguro, llenará todos los estantes y las vitrinas de todos los hogares, estas Navidades-. Berni se había apresurado a lanzar este comentário que finalizó con una larga carcajada a la que, el resto, se había unido, con la intención de suavizar el incidente.
- Apresúrate, por favor, estamos todos deseándo conocer tu veredicto..., perdón, este es un término demasiado trascendente; he querido decir tu opinión como entendido en la matéria- dijo Fernando.
Alex, en una ceremónia digna del mejor soumellier, primero acercándose la copa ligeramente a la nariz, mientras agitaba delicádamente el contenido y dándo después un breve sorbo que saboreó,durante unos interminables segundos, apoyó la copa en la mesa y, tras un largo silencio, sólo interrumpido por el molesto zumbido de una impertinente mosca cojonera, se recostó cómodamente en el sofá y sentenció:
-¡Este vino está cojonudo!.
Todos los presentes, con una impresionante coordinación, exclamaron:
¡¡¡¡Bien!!!
Todos levantaron sus copas, y Daniela, que no dejaba de mirar a Alex, casi con un susurro, dijo:
-Brindo por nuestro futuro ...
Tras los momentos iniciales de eufória que provocó la fantástica noticia,alguien de los allí presentes, propuso celebrar el magnífico resultado de la prueba, comiéndo todos juntos en Zalacain. Al parecer, Fernando, había tenido una experiencia desagradable en ese restaurante, por culpa de una ensalada de bogavante e insistió en invitarles, si estaban de acuerdo, a saborear en Jockey sus magníficos callos a la Madrileña.
- Además, añadió, tienen una bodega extraordinaria que alberga más de una "joya"-
Una vez de acuerdo, se fueron los cuatro en el coche de Berni. De camino al restaurante, Alex, sentado en el asiento del copiloto, empezó a introducir las manos, con cierto nerviosismo, en todos los bolsillos, dándose cuenta de que había olvidado sus llaves en casa de Berni. Por supuesto, su mayor preocupación era que, una de esas llaves, cayera en sus manos. Así que, volviéndose hacia los asientos traseros, comentó: - Daniela, ¿podrías llamar a tu doncella para que me recoja mis llaves?; las he dejado olvidadas, con la confusión de los brindis, encima del cenicero de cristal de Murano.
- No te preocupes-, se adelantó en la respuesta Berni, - después de comer te acerco a tu despacho y, cuando yo vuelva a casa, me haré cargo de ellas y te las mandaré con un mensajero-.
- Podría llevárselas yo, terció Daniela, tengo hora en la peluquería esta tarde y me coge de camino-...
- Bien Daniela -dijo Berni- luego se las acercas tu a su despacho así podré yo echarme una siestecita que falta me hace.
- De acuerdo querido, así lo haré -dijo Daniela esbozando una leve sonrisa-.
Después de una suculenta y alargada comida en la que Daniela no dejó de mirar a Alex de forma lujuriosa mientras jugueteaba con sus pies por debajo del mantel con las piernas de Alex, Fernando, Daniela y Berni se dirigieron a sus respectivas casas.
Tras dejar a su marido relajado en el sofá, Daniela, cogió las llaves del cenicero de cristal de Murano dejando escapar un suspiro de alivio. Se encaminó hacia su coche nuevo, un Jaguar diseñado exclusivamente para ella, y puso rumbo hacia el despacho de Alex...
La tarde mejoraba por momentos para ella. No podía creer que fuera a verle a él, precisamente a él, tras tantos años de distanciamiento y una despedida tan precipitada…
Su preciosa melena ondeaba libre con el aire de la ventanilla, sus senos redondos y turgentes se volvieron aún más apetecibles con el frescor del aire rozando sus areolas, y notaba un ardor en sus partes íntimas que sólo recordaba haber sentido en aquella lejana época en la que Alex daba vida y alegría a su delicado cuerpo...
El brillo de sus ojos no dejaba lugar a dudas… iba a verle… y eso la llenaba de satisfacción.
Daniela había fustrado, con una hábil sutileza, la que, en principo, consideró Berni una magnífica oportunidad para conseguir terminar con la sospecha que, desde días atrás, mantenía acerca de una de las llaves de Alex. Estaba claro que la suerte no estaba de su parte; teniéndo en cuenta que, además, ignoraba la estafa que, a sus espaldas, estaban tramando los que él creía sus benefactores.
: "- Creo que esta tarde voy a poner un paréntesis en mi aburrida y rutinaria vida sexual, después de tantos años-".
Mientras se maquillaba en el semáforo de la calle Serrano con Claudio Coello, se imaginó, con morbosa complacencia, la escena que recordaba de su último encuentro con Alex, hace ya bastantes años,y no pudo evitar un agradable escalofrio que recorrió todo su cuerpo y que la dejó paralizada unos segundos hasta que, el coche que llevaba detrás, con dos largos pitidos, la sacó de su estado de excitación. Se notó húmeda y casi llegó a avergonzarse al volver a la realidad pero pronto cambió de opinión, volviéndo a traer a su mente la agradable aventura que viviría junto a Alex. Subiéndo en el ascensor que la acercaba a su casa, casi desiste, por unos instantes, pensando en la putada que le estaba haciéndo a Berni pero, el riesgo, siempre había sido parte de su trayectória y ahora ya no era momento para arrepentirse. Tocó el timbre de la puerta que iba a abrirle paso a su fantasía sexual y esperó, intranquila, unos segundos que, a ella, le parecieron infinitos.
Alex abrió la puerta, la abrazó, se abrazaron efusivamente y la introdujo, con fuerza, al interior del apartamento.
Los besos apasionados dieron paso a las caricias. Ambos se habían ido despojando de la ropa, mientras avanzaban por el estrecho pasillo, derribando a su paso cuanto encontraban en su camino. Ciegos por la excitación, no tenían conciencia de lo que ocurría, fuera de lo que ellos mismos estaban viviendo aquella tarde. Un desenfrenado deseo de posesión les había llevado hasta el salón. Alex retiró la pequeña mesa y depositó a Daniela sobre la alfombra que cubría esa parte del parquet. -Sigues estando buenísima, cariño-, comentó. No sabes cuanto he deseado volver a tener sexo contigo-
- Estoy impaciente por hacerlo. Fóllame, Alex-.
No había terminado de pronunciar estas palabras cuando comenzó a sonar un móvil a unos metros del lugar...
-Es el mío-, dijo Alex.
-No lo cojas, por favor...- replicó Daniela.
Alex,cabreado por la interrupción, se levantó y fué hasta el pasillo en busca del teléfono que se había quedado en la americana. En el corto trayecto, observó molesto cómo, la erección, fué reduciéndose
mientras su corazón bombeaba sangre a su otra cabeza, intentando volver a la realidad.
La pantalla de su móvil mostraba un número sin identificar y, por unos instantes, dudó si contestar ó no la llamada pero, la curiosidad, le hizo aceptarla; al fin y al cabo, pensó, ya le habían jodido el polvo.
- Diga, ¿quién es?... ¡hombre, Berni!, ¿qué ocurre?... no, no ha venido por aquí todavía... ¡ah, las llaves!...-
Cuando Daniela escuchó aquello, comenzó a vestirse, apresurádamente, mientras hacía conjeturas sobre lo que podía haber sucedido. Berni, pensó,habría ido a buscarme, a saber con qué extraño motivo, a la peluquería, allí, le habrían dicho que no estaba y, logicamente, habría pensado que, tal y como yo le comenté, estaría aquí para dejar las llaves de Alex.
¡Dios mío!, tengo que salir de aquí, ahora mismo. Me iré corriéndo a la peluquería y, por el camino, ya pensaré alguna excusa para convencer a Berni del retraso-.
Alex, entretanto, finalizaba la conversación con Berni:- Bueno, ya sabes como son las mujeres... sí, sí claro, seguro que se ha entretenido en alguna de las muchas tiendas que hay por esta zona... vale, nos vemos mañana... un abrazo, Berni y saludos a tu esposa.-
Daniela se inclinó para recoger su bolso y, estándo en esa postura, posó sus labios en el flácido pene de Alex, a continuación, sacó las llaves y entregándoselas dijo: - La próxima vez deberíamos vernos en mi apartamento de soltera, como antaño. Espero que este "chiquitín" no esté enfadado por el "interruptus" y, para la siguiente ocasión, vuelva a actuar, "firmemente convencido", como hoy. ¡Chao, cielo!.-
Alex, escuchó el ruido del ascensor y, en voz alta, exclamó:
- ¡ Quien me mandará a mí intentar follarme a una casada !, ¡esto me pasa por gilipollas!.
Daniela llegó muy excitada a su coche. Tanto que pasaron varios minutos hasta que se percató de que, en el parabrisas, le habían colocado un papelito.
-¿Y esto qué es...? - se preguntó en voz alta.
-¡Joder, que dia!-, exclamó. Bueno, voy a tranquilizarme porque no puedo meter la pata con Berni. Pensó mientras trataba de retocarse el peinado con la ayuda del espejo de cortesía del coche.
Le voy a decir que me encontré en una tienda con mi amiga Hellen y que nos hemos puesto a hablar sin darnos cuenta del tiempo...
¡No! No puedo decirle eso porque sabe que Hellen está en Lanzarote con su hija Rosa.
Mejor le diré que he estado dando vueltas por las tiendas de Serrano y que no encontré nada que me complaciera...
Todos estos pensamientos rondaban por su cabeza sin darle tregua.
Y... además, se había quedado con las ganas de follarse a Alex ....
Hay días que es mejor no levantarse, dijo de nuevo en voz alta.
- Me voy a ir andando a la peluquería, pensó. Total ,ya tengo la multa, así que ya no muevo el coche de aquí-.
Mientras caminaba con paso decidido, sonó su teléfono. - ¡Daniela!, ¿donde coños estabas?,- le increpó, enfadado, Berni al otro lado de la línea. Me ha dicho Alex que no habias llevado aún sus llaves.
- Perdona, Berni. Estaban todos los escaparates con las últimas prendas de esta temporada y no he podido renunciar a entrar en varias tiendas. Mira, te cuento: voy de camino a la peluquería porque, para mí, esto es lo más urgente. Ya sabes que, desde que regresamos de New Jersey, no he tenido tiempo... -eso son excusas, Daniela, interrumpió Berni,... -te prometo que, en cuanto salga de la peluquería, vol..., quiero decir...me acercaré a casa de Alex y le entregaré las llaves (...y lo que no son las llaves, pensó para si misma), no te preocupes, cariño-
- Está bien, como siempre, te sales con la tuya. Por favor, no vuelvas tarde, "chicharrón". Ya me encargaré yo de despeinarte, en cuanto llegues-
- ¡Qué bestia eres!, chao, chao, te quiero, un beso.
CAPITULO III: Infidelidades y traiciones.
Daniela salió de la peluquería más bella, si cabe. Su belleza sensual no dejaba indiferente a ninguno de los transeuntes con los que se cruzaba. Sabía acompañar sus pasos con los discretos mensajes de su cuerpo al balancearse y, si se sabía observada, no dudaba en acentuar aún más sus movimientos de cadera.
Cuando accedía al complejo de apartamentos donde vivía Alex, no pudo evitar un escalofrío al encontrarse,justo de frente, con una persona que conocía muy bien.Un sudor frío recorrió todo su cuerpo y maldijo la hora en que se le ocurrió apuntarse a aquel gimnasio.
- Sra. Browm, ¡qué sorpresa tan agradable!-
Le pareció ridículo que le llamara por su apellido y respondió, de forma un tanto forzada:
- Hola, Carmina, yo tampoco imaginé que iba a encontrarte aquí, ¿no vivías en Bravo Murillo?-
-Sí, por supuesto. Tiene una explicación muy sencilla. Vengo del fisioterapeuta, ¿no recuerdas que te hablé de una antígua lesión que me hice esquiándo en Baqueira?. Y tu, qué has venido a hacer aquí?. Estás guapísima, Daniela, permíteme que te tutee... llevas un vestido monísimo y unos zapatos ideales, ¿son Manolos?... A ver si quedamos una tarde y charlamos de nuestras cosas...tengo tanto que contarte...-
- Perdona, Carmina, siento dejarte pero tengo un poco de prisa.Vengo a...(Daniela miró apresuradamente hacia los locales que se extendían por debajo de las viviendas y apartamentos) vengo a...la agencia de viajes. Debo recoger unos billetes de avión que necesita mi esposo. Sale mañana de viaje -, mintió Daniela, sin escrúpulos.
- Me alegro haberte visto, me parece bien que quedemos algún día. Espero tu llamada, Carmina. Besos. Tu tambien estás muy linda y me encanta tu perfume. Adios, adios.-
Entró en el ascensor que conducía al apartamento, pulsó el número de la planta y respiró profundamente, después de haber dejado atrás el molesto encuentro... Aquel olor no pasó desapercibido para Daniela y le acompañó hasta la misma puerta del apartamento de Alex, dejándola,momentáneamente, paralizada...
Próximamente más!
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3 comentarios:
Perfecto! aquí iré ampliando el libro con vuestros trocitos... escribis en estos comentarios no en los otros!
ah y otra cosa! Proponedme un título para el libro y para el capítulo 1...
gracias!
Yes indeed, in some moments I can reveal that I jibe consent to with you, but you may be inasmuch as other options.
to the article there is quiet a suspect as you did in the decrease issue of this beg www.google.com/ie?as_q=the methadones gary glitter ?
I noticed the phrase you have not used. Or you use the dreary methods of helping of the resource. I suffer with a week and do necheg
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