De joven oía andar a las hormigas,
incluso crecer la hierba oía
y el discurrir de un rio, si me obligas
ó la gota golpeándo en una flor, cuando llovía.
No padecí jamás con los oidos,
captaba la vida, su presencia y presumía
y aunque, de mis orejas, se han reído,
de eso , la culpa ya no es mía.
Ahora oigo ¡mis própias pulsaciones!,
tengo un diapasón en el oído,
un martilleo cruel, ¡manda cojones!,
un grillo, un pajarito que me pía.
Si, al menos, fueran "los Stones"- (leasé Rolling),
con ese ruido, ¡otro gallo cantaría!
¿Ehhhh...?, disculpa, ¿cómo dices? (Dedicado a Pepe)
2 comentarios:
Oye Luisito: ¿Y no será el famoso moco de que cuando eras un chaval que se ha movilizado ...?
Miratelo porque como se ponga tonto ya me dirás como cojones te lo sacamos.
Pregunta a tu madre que siempre ha tenido remedios caseros.
ja ja ja ja ja ja
Sea lo que sea, he de reconocer que te ha quedado muy bien la poesía.
¡Enhorabuena!
Publicar un comentario