PRÓLOGO.-
Vergüenza y sonrojo es lo que siento,
al recordar mi grado de ignorancia,
con este cuento que ahora os cuento.
No pensé que un vocablo, de entre cientos,
podría perturbar tanto mi infancia.
EL CONSOLADOR.-
En un escrito leí consolador,
palabra esquisita donde las haya
y yo la asocié,- ¡qué craso error! -,
con la persona de un trabajador,
como el que esculpe, pinta ó hace tallas.
Lo que oí me dolió más que una muela
y cuando vi "aquello", ¡vaya susto!.
Consolador no es sólo el que consuela
y así lo quiso confirmar mi abuela:
- ¡Este "chisme" me ha dado mucho gusto! -.
MORALEJA.-
Ese orgasmo perturbado
de un frío consolador,
ya me tiene contrariado
pues, de haberme ellas llamado,
les habría hecho un "favor";
ya que tengo demostrado,
con un curso acelerado,
que, con mi polla, es mejor.
¡Hala, no os amontonéis!
2 comentarios:
-Bueno Luis, muy bueno, que gustito me ha dado esta coplilla dedicada.
-Que suerte los hombres que no precisan de artilugios para practicar el amor propio y como ellas confortarse.
-¡ah!.El embarazado es obra mia, me refiero al vídeo, ¡Por Dios que estas pensando!
¡¡Muy bueno, Luisito!! Es incrrreeeiibllleeee tu ingenio para glosar cualquier tema.
¡¡¡ENHORABUENA!!!
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