A una pobre mujer la han condenado
por darle a su hijo un buen guantazo,
incluso sin custódia se ha quedado;
y pienso que los jueces se han pasado,
aunque sabemos que era un cabronazo.
Hasta aquí lo que se de la notícia,
otra cosa distinta es lo que opíno
y es que antes, si hacías una "pícia",
aunque hubieras obrado sin malícia,
te daban unas hostias, por cretino.
Si las leyes se hicieran retroactivas,
en el caso concreto de menores,
muchas madres que ahora siguen vivas
a la cárcel, por lo mismo, todas iban
y no eran ni mejores ni peores.
Nuestra mamá sería la primera
porque a todos nos daba zapatilla,
collejas, bofetadas y hasta "cera",
mientras corrías por las escaleras,
gritándo del dolor en las costillas.
MORALEJA:
Hay sentencias que son exageradas,
habiéndo delitos de lesa gravedad;
le dan en el hombro una palmada
y el delincuente se marcha a pasear.
1 comentario:
-Bien sabemos nosotros que cuando hacías una picia te encontrabas la castaña, recuerdo que mi hermano quiso gastar una broma, diciendo que había roto un cristal de un balonazo y casi sin acabar la frase se encontró con un guantazo, rectificó diciendo que era una broma, una mentira y mi padre le dijo que el guantazo para cuando fuera verdad.
- Si te llevabas un capón o un palmetazo en el cole, no decias ni mu... que en casa podía ser peor.
Mi conclusión:
Yo veo una clara ley del péndulo, vamos, ni tanto ni tan calvo, que un tortazo a tiempo no traumatiza, solo escuece....a pegador y cobrador.
-Luis, como siempre dando en el clavo, con gracia, contundencia y derecho,estupendo, me ha gustado tu coplilla, no así la sentencia de este juececillo.
Publicar un comentario