APRENDAMOS TODOS LA LENGUA "QUECHUA"

El ilustre señor Carlos Rovira
se ha ido al Ecuador.
A él le gusta mucho irse de "gira"
y me causa asombro y hasta me admira
como, al dinero, no le dá ningún valor,
lo bien que lo derrocha (más bien lo tira)
por todo nuestro mundo, alrededor,
y es que es fácil disparar, Sr. Rovira,
cuando es otro el que te llena "el cargador".

Parece que el quechua le conmueve
y quiere que esa lengua se difunda
ya que sólo la hablan ocho ó nueve
y con ese millón que ahora les llueve,
él piensa que a los índios ya les cunda
para que lo hablen, por lo menos, diecinueve.
Sr. Rovira: ¡Que mente tan profunda!.

Este inusual coleccionista
de instantes tan gloriosos,
que actua, pero con red, de trapecista,
del más difícil aún, sobre la pista,
que se ha hecho, de este "circo", el más famoso,
debería hacerse mirar lo de la vista
pues, cada vez que intenta la conquista
de un nuevo experimento gaseoso,
es igual de osado y de patoso
pero, eso sí,...
¡queda muy bien con la lanza en las revistas!.


MORALEJA:

¿Les servirá el quechua cuando vayan
en busca de trabajo a otro país?.
¡Qué petulancia, Sr. Carod Rovira!.
¡Qué osadía y qué estrechez de miras!.
Yo, con este personaje tan risible...
¡¡¡Me hago pís!!!