PARADOS EN LA CUNETA.- (Del Romancero Español)

Volvía yo hacia mi casa
de dar un felíz paseo,
cuando vi un montón de gente
sentada justo en el suelo

Resultóme muy extraño
verlos de aquella manera,
expuestos a un gran peligro,
cerca de la carretera.

Cual será su pretensión,
díjeme yo, a mi mismo,
pues no parecióme bien
tal forma de hacer turismo.
La curiosidad picóme
y fuíme a buscar respuesta
y obtúvela en ese instante
y fué, más ó menos, esta:
- Estamos aquí, parados,
porque parados estámos,
no por el gusto de estar,
es que ya no trabajámos -.
O sea, díjeles por concretar,
que no es que queráis pararos,
por un casual, por parar,
que es que no estáis colocados,
que no podéis trabajar,
que ahora estáis desempleados,
que no os quieren contratar.
- Claro está, responde uno,
que mintiónos Zapatero
al prometernos a todos,
y en eso no fué sincero,
que: - Nunca, de ningún modo,
si esta crísis os aprieta,
os dejaré en abandono -
y, ya ves, ¡hoy nos deja en la cuneta!.


MORALEJA:

Dos de éstos, acampan en la Moncloa
y me temo que habrá más
¿y qué creéis que va a hacer?,
pues les dará...¡por detrás!.