No se pueden cometer tantos errores,
no se puede hacer tanto el ridículo,
os habéis equivocado, ¡señores!,
y ahora, en este asunto, ¡aún peores!;
no se puede pensar con los testículos.
Nos han chuleado los piratas,
hemos hecho un sainete judicial,
un vodevil de boina y alpargatas
y en esta actuación tan insensata
ya nadie es responsable del final.
Todo el Estado puesto de rodillas
por unos filibusteros de la mar,
nos hacen burla y nos humillan,
a nuestra democracia se mancilla
y por eso este alacrán nos va a picar.
MORALEJA:
Queremos de vuelta a los rehenes,
que se pase, si hace falta, por el aro,
y a tiempo de que pongan los belenes
y después, en tu casa, cuando cenes,
no digas que el pescado está muy caro.
3 comentarios:
-Plas,plas,plas,plas.
-Aplaudo la solución que propones.
-Otra cosa es la coplilla, esta se merece una ovación, de las grandes, me ha gustado mucho la moraleja.
¡Bravo Luis!
A mi me dá la impresión de que estos piratas son un poco de pacotilla. Los piratas de verdad, mis antepasados, jamás habrían abordado a un barco español, porque sabían que entre pitos, flautas y flautines se iban a tirar tres meses negociando y, al final, terminaban siendo amigos de los rehenes y les daban pena.
¡Qué asco de aficionados!
¡¡BRAVO POR LA COPLILLA, Luisito!
plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas
AMEN!
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