A LOS ABOLICIONISTAS DE LAS CORRIDAS... DE TOROS

Pues, esto, viene a cuento por los toros
y, solidario con todos los taurinos,
me uno a su cabreo y a sus lloros
y pido, ruego y hasta imploro
que dejen de tocarnos el pepino.

¿Por qué no examinan sus conciencias?,
les pregunto, sin afán de discutir,
a los políticos de todas las tendencias,
¿qué clase de maléfica influencia
les proporciona el verbo prohibir?.

Tal parece que estén endemoniados
por un filtro bebedizo, ¡yo que sé!,
que les obliga a estar siempre ocupados
prohibiendo, como agilipollados;
o es que, acaso, ¿va incluido en el carné?.

Oigo sonar dramáticos clarines,
tercio de espadas, muerte a la cultura.
Hipócrita será quien la asesine,
liberticidas quienes la eliminen,
¿a qué viene, "collons", esta locura?.

Una cruel y estúpida cornada
dirigida. esta vez, a nuestra Fiesta.
La tauromaquia se muere desangrada
y ¿cual va a ser la próxima bobada?,
¿prohibir, por española, dormir la siesta?.


MORALEJA:

Cualquier mentecato intolerante,
al que ya no le guste la fabada,
o aquel otro que no le gusta el cante,
o el cretino que odia el bogavante,
creará, con mil firmas avaladas,
la plataforma de su absurda chorrada
y, el tontoelculo, se queda tan campante.