EL TONTO MIRÓN DE PLAYA
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El mirón, no lo es tan solo por mirar,
lo es porque mantiene la mirada,
porque, a su presa, la quiere desnudar
y es tal su indiscreción y su babear,
que nauseas dá su maloliente baba.
Su habitat está bien definido,
mejor donde hay bañistas que bañistos,
un lugar, si es posible, concurrido,
(si bien, trás un periódico escondido)
y, así, disimular y no ser visto.
Su perversión la reduce a un par de tetas,
se excita mirando un espejismo,
un desnudo ya casi ni le inquieta,
más que enseñar, prefiere que prometan,
que ya disfrutará consigo mismo.
Y los hay que, al mirar, son exquisitos,
no desgastan su vista con cualquiera,
alimentan sus morbos con sus mitos
y enfocan los pechos más bonitos,
o los que están, tan sólo, medio fuera.
¡Ya te digo!, el mirón es un cabrito
EL TROVADOR IMPERTINENTE
1 comentario:
-¡Venga ya!, ahora me vas a decir que somos todos tontos. Mirar tetas prolonga la vida. Sí, suena baboso pero no lo es. Un estudio realizado en Alemania así lo señala. Observar los atributos femeninos podría alargar unos cinco años la vida.
-Parece que no es tan tonto tu tonto mirón, claro que...Abusar puede ser contraproducente, incluso de reojo. jejeje
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