y no parece el anuncio de marcharse,
ni una idea de renuncia, como véis.
(dirigido a los que piden que se "largue").
A los que leen su futuro cada día,
solo al ver que camina con muletas,
y atacan, sin piedad, la Monarquía,
hoy les cae un jarro de agua fría,
teniendo que dejar de ser profetas.
A los que invocaban fuentes de Zarzuela,
a los torpes "expertos" en Familia Real,
a los falsos pregoneros sin abuela,
les ha dicho el Monarca: -¡ya no cuela!-,
tengo setenta y cinco, ¡pero estoy hecho un chaval!
EL TROVADOR IMPERTINENTE
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