Mira que me he resistido
por no tocar este asunto.
Las que quise, las mismas que no he querido
y, aún hoy, sigo un poco confundido.
¿Debo hacerlo?, me pregunto;
¿No es Picardo un malnacido?.
-Pues si es justo, hazlo, y punto-.
Sí, echaré fuera el rencor.
Y aquí estoy, con una lazo rojo y gualda
sujeto al ordenador,
que esto lo hago por honor
y lo cargo a mis espaldas.

El tal Picardo nos "pica"
como mosca cojonera,
tal como su nombre indica
y, tanto insistir, mortifica
y me hace perder las maneras.
Estoy hasta los co----nes
de todas tus chulerías,
de tantas provocaciones,
de aguantar el contrabando
de millones de cartones,
de no cumplir el tratado,
de hostigar embarcaciones
del paraíso fiscal,
de corruptos y ladrones
y, si para ti es normal,
te puedo dar más razones
pero, hoy por hoy, Gibraltar,
ya te digo:
me importa a mí tres cojones.
EL TROVADOR IMPERTINENTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario