Si tenemos conciencia ciudadana
y somos objetivos razonando,
sabremos cuestionar ciertas propuestas
que algún personaje va lanzando
porque, otros, sin criterio, están deseando oír.
Llámese demagogia o populismo,
repiten el mismo "mantra", y los necios, a aplaudir.
No importa que esas ideas,
algunas descabelladas,
surgidas ¿en asambleas?,
¿en Bolivia?, ¿en el norte de Corea?,
oculten cómo han de ser financiadas.
Se convierten en estrellas tertulianas,
de la radio y de la tele,
culpan siempre a "la alemana",
a los ricos y a los bancos de la estrechez ciudadana,
y afirman: - O yo, o nada que te consuele -.
Pero, ¿sabéis a qué huele?,
a cumbia Venezolana....
EL TROVADOR IMPERTINENTE
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